Volaron de Alemania a Francia. No sirvió de nada. Llegó el régimen de Vichy, fueron trasladados a un centro de detención cerca de ParÃs y, de ahÃ, al mayor campo de exterminio del nazismo, Auschwitz. Allà murieron. La historia se la contaba hace un par de semanas el nieto de aquella pareja en fuga constante hacia la nada al rabino Phil Chernofsky, y añadÃa: “Con miles de libros sobre el Holocausto, el suyo es el único que menciona a mis abuelos”. Desde Jerusalén, Chernofsky confiesa que este relato le emocionó hasta las lágrimas. Y sin embargo su libro, And Every Single One Was Someone (ed.Gefen), no contiene el nombre de ninguna de las vÃctimas de la barbarie nazi. Porque las contiene a todas.
1.250 páginas. 40 columnas y 120 lÃneas en cada una. Y una sola palabra repetida seis millones de veces: “JudÃo”. La idea para la obra (que va de los 80 a los 1.800 dólares, según la edición; aunque por algo más de 50 puede encontrarse en Amazon) surgió hace 35 años, cuando Chernofsky, director educativo en el Orthodox Union Israel Center y editor de la publicación Torah Tibdits, entonces maestro de estudios judÃos y matemáticas en Queens (Nueva York), quiso hacer trabajar a sus alumnos (entre los 11 y los 12 años) en torno a ese número, seis millones -el mismo de las vÃctimas judÃas del Holocausto-, como espoleta para que reflexionaran.
“Pretendo hacer posible que la gente visualice ese número. Que pasen las páginas, paren donde quieran y escojan un único ‘judÃo’. Que se centren en él o ella. Que imaginen que están mirando una foto de una persona. Que luego miren a los siguientes ‘judÃo’ que aparecen. Familiares, amigos, vecinos, compañeros de clase… Y que se den cuenta de que todos ellos fueron asesinados. Todos eliminados”, relata Chernofsky, y añade: “Para mÃ, el libro es un detonante para reflexionar sobre la enormidad del Holocausto”.
Ha habido otras formas de hacerlo. En la dirección contraria, el centro Yad Vashem intenta dar su nombre a esos más de seis millones de judÃos que los nazis nunca vieron como individuos. Otro libro, este con 4.2 millones de nombres, fue el protagonista de una exposición que el pasado año llegó alAuschwitz-Birkenau State Museum.
La obra de Cherfnofsky ha gustado mucho a algunos -el rabino cuenta cómo otro de los lectores le hizo ver que su libro contiene precisamente la palabra que Catherine Ashton, representante de la UE para Asuntos Exteriores, olvidó mencionar en su discurso del DÃa Internacional de la Memoria del Holocausto, el pasado 27 de enero: judÃo-. A otros, bastante poco. Ha habido incluso quien ha indicado que podrÃa ser el libro favorito de Hitler. Chernofsky se defiende: “Es insultante sugerirlo”, dice. La obra, de hecho, contiene, en su página 2, una leyenda aclaratoria: “Este libro contiene la palabra ‘judÃo’ seis millones de veces. Y cada uno de ellos era alguien. Hombres, mujeres y niños. Han desaparecido. Pero los recordamos”.
Publicado en El Confidencial, el 8 de febrero de 2014.
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